Alaska: la pesca sin fronteras (1)

KingKas2

Aterrizar en el aeropuerto internacional de Anchorage supone para un pescador el inicio de una aventura inolvidable. El increíble número de peces, la infinidad de grandes y pequeños lagos, ríos inmensos y torrentes espumosos, todos rebosantes de peces, y, por su puesto, las excelencias de una costa habitada por diversas especies de salmón, halibut, seabass, y otros muchos peces, son los principales atractivos de Alaska. Sin embargo, combinar la pesca y los estupendos peces que allí se pueden pescar con la naturaleza salvaje y la belleza incomparable de un entorno místico y extraordinariamente virgen, es lo que confiere a este destino de pesca su especial carácter aventurero. El reto, la aventura y lo desconocido están marcadamente presentes a cada paso, y la emoción de la captura del pez de nuestros sueños, así como el calor y la hospitalidad de sus gentes, son valores seguros para apostar fuerte y perderse durante unas semanas en la explosiva naturaleza de las tierras salvajes de Alaska.

El principal problema que abordamos al planificar una escapada de pesca a Alaska es la selección de nuestros objetivos y las zonas de pesca. Este estado tiene una superficie que es aproximadamente cuatro veces España. Esto nos da una idea de la variedad de entornos y la diversidad de especies que se nos ofrecen. Mi consejo es no intentar abarcarlo todo. No podremos pescar en la costa del Pacífico junto al estrecho de Berinj, en los ríos de la península de Kenai, en las costas de Juneau y en los ríos salmoneros de la Bristol Bay en tan solo un par de semanas. Malgastaríamos nuestro tiempo solo viajando de un lado para otro. Es mejor concentrarse en ciertas zonas donde la pesca es mejor según el calendario de remonte de los salmones, la época del año o nuestras preferencias por una zona más tranquila o más animada. Y esto último resulta un factor decisivo puesto que en verano la pesca en Alaska resulta un deporte muy popular. La aglomeración de pescadores, por ejemplo en la parte baja del Russian River, puede hacernos decidir por otra zona si preferimos una pesca más solitaria. Sin embargo, si queremos experimentar el Combat fishing (pesca de combate), rodeados de multitud de pescadores pero ante unas aguas infestadas literalmente de sockeye, éste será nuestro destino.

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Campeonato del mundo de mosca

Me ha pedido Jean René Vidal que os ponga el link del campeonato del mundo de mosca. Parece que hay ciertas dificultades en concretar cuál es:
Aquí va:
http://www.worldflyfishingchampionships2009.com

Pesca fina en La Pobla de Lillet

Fario de repoblación de 35cm de La Vila

Fario de repoblación de 35cm de La Vila

Espléndido día de pesca en La Vila. El tiempo caluroso pero con intérvalos de nubes que hacían más soportable el sol de junio a orillas del Llobregat. La verdad es que la pesca ha sido buena. Las truchas estaban puestas y a pesar de ser varios los pescadores que nos hemos juntado en este famoso tramo sin muerte, el respeto ha sido la tónica habitual y he podido gozar de muchos metros de río para mi solito.

He empezado unos 100 metros por debajo del puente de hierro y rápidamente he localizado las primeras pintonas. Una enorme fario negra ha sido mi primer objetivo que sin embargo no he podido convencer para que tomara ninguna de las moscas que en un par de diferentes tándems le he ofrecido. Otras han rechazado también mis engaños. La primera captura ha llegado poco después, unos metros por encima del puente metálico. Varias pintonas se cebaban en superfície y tras un par de rechazos, el típico quironomido negro del 20 que no falla. Una preciosa fario de repoblación de 35cm que lucia un aspecto bastante bueno, con aletas y un cuerpo rollizo y firme. Ha dado una muy buena pelea. Poco después la segunda captura. Una pintona de 40cm que ha tomado como un huracán nuestra ya famosa n.1 del 18.

Las capturas se han ido sucediendo a lo largo de la jornada desde este inicio en el puente de hierro con varias sorpresas agradables. Primero, decir que he capturado 3 truchas fario nacidas en el río y que he visto decenas de alevines de 3-4cm en diversos puntos. Segundo, algunas de las pintonas se parecen ya mucho a las antiguas moradoras del lugar. O las pescas muy pero que muy fino con moscas de un támaño máximo del 20 o se te ríen a la cara. Hoy he tenido que utilizar un par de tándems de quironómidos para engañar 3 pintonas de muy buen porte en la poza que se ha formado justo por encima del azud del aparcamiento. Allí hay buenas trucha pero son de las que aprenden rápido. Casi tanto como las que hay bajo el puente de piedra… y que no son pocas.

Al final habré levantado más de 20 truchas tanto a seca como a ninfa. La mayoría a seca, lo que me ha hecho disfrutar mucho.

Rolliza fario de 40cm capturada con mosca seca

Rolliza fario de 40cm capturada con mosca seca

Repoblaciones en Viladrau

Peleando una fario a la salida de una corriente

Peleando una fario a la salida de una corriente

El pasado sábado dia 30 de mayo visitamos el coto sin muerte de Viladrau-La Noguera. El nivel del agua excelente para la pesca y la claridad del líquido elemento perfecta. Solo llegar, y mientras nos estamos poniendo los vadeadores, llegan los agentes de Medi Ambient. El Sr. Serra y su acompañante nos piden educadamente los permisos y enseguida nos dicen que en el coto hay ya 6 o 7 pescadores más. También nos informan que, contra lo que yo pensaba, se ha repoblado el coto. Repoblaciones de trucha fario de varios tamaños, desde alevines a ejemplares adultos de 25-30cm.
Hay que destacar el trabajo de estos agentes de la província de Girona que cada dia se personan en la Riera Major para pedir permisos y controlar furtivos a los que ya han pillado con las manos en la masa en varias ocasiones.
Tras nuestra conversación con ellos a pie de río, empezamos la pesca. A los pocos lances, tengo la primera picada. Una pintona autóctona apostada junto a un muro de piedra toma mi copper verde del 20. Sin embargo, la bravura de esta trucha le proporciona la libertad en breves instantes.
Desafortunadamente, a pesar de este inicio prometedor, la pesca no fue todo lo buena que esperábamos. Si bien es cierto que vimos pintonas tanto autóctonas como repobladas en diferentes sectores del río, la densidad de población del tramo que recorrimos (en total quizás de casi 1 Km no fue la de otras veces. Las truchas repobladas, como no, se acumulaban en las pozas grandes y las autóctonas en apostaderos más propios de éstas, de acceso más difícil si cabe. No olvidemos que con la cantidad de lluvia que ha caido este año, la Riera es una auténtica selva de difícil acceso.
Lo que sí quiero destacar es la calidad de las truchas repobladas. Como se ve en la foto que os adjuto, con aletas bien desarrolladas y, aunque un poco faltas de cola, bien rollizas. Esta en concreto opuso una pelea fenomenal, digna de la mejor trucha arcoiris.

Bonita fario de la Riera Major

Bonita fario de la Riera Major

Más tarde nos encontramos con Blanes y un compañero y nos comentaron que su jornada tampoco había sido nada brillante. Tal vez el agua todavía baje un poco fría y por eso, a pesar de la cantidad de tricopteros que había en el río no vimos más que una cebada en superfície en toda la mañana.
Tendremos que volver a la Riera pronto a ver si se confirman nuestras sospechas de que los furtivos han hecho mucho daño y observar las evoluciones de los alevines repoblados.

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