Pescar bass en verano sin «quemarse» (3)

5 libras de bass a 42º

5 libras de bass a 42º

Señuelos y tácticas “calientes”

Un señuelo que Denny Bauer recomienda particularmente en verano es un jig blanco de media onza para pescar zonas de árboles sumergidos en esta época del año. Se trata de peces suspendidos entre 3 y 5 metros de profundidad cerca de las puntas de los árboles. Bauer recomienda dejar hundir nuestro jig hasta que se sitúe al nivel en que están los peces y menearlo entre las puntas de los árboles golpeando estas de vez en cuando. La acción de este señuelo con esta presentación se potencia con un trailer del tipo pork chunk también blanco.

Esta misma combinación la podemos utilizar para pescar muelles en aguas menos profundas, situación en la que el ganador del Bassmaster Classic de 1998 utiliza un Strike King de un cuarto de onza que imita pececillos nadando alrededor de estos tipos de estructura.

Otra táctica que es muy utilizada en verano por los pescadores americanos es la llamada deep cranking, que consiste en utilizar crankbaits de profundidad que rastreen el fondo manteniendo el contacto con éste en todo momento o tanto como nos sea posible. Para este tipo de pesca se utiliza una caña de 7 o 7 pies y medio de acción suave para que se pueda hacer lances largos y amortiguar la acción del pez evitando así que éste escupa estos señuelos de cuerpo voluminoso y rígido. Este tipo de pesca tiene como objetivos estructuras sumergidas en aguas abiertas cerca de desembocaduras de canales o tributarios.

Arrastrar una gruesa lombriz o salamandra de vinilo montadas al estilo Carolina sigilosamente por el fondo sobre estructuras profundas como grandes rocas o tocones es una presentación que persigue capturar esos basses materialmente atrincherados en cambios de profundidad y variaciones de nivel en el canal principal. En verano, cuando no se alimenten activamente, el bass se mantendrá en este tipo de entornos para ahorrar energía y evitar estrés. Rick Morris, el profesional de Virginia, utiliza lombrices de hasta 14 pulgadas con pesos de hasta 1 onza para prospectar sobre estos fondos en busca de peces que con el calor son capaces de digerir rápidamente el más copioso de los banquetes. Los colores ideales para estas lombrices son el azul marino y el negro.

En zonas menos profundas pero con abundancia de coberturas, profesionales como Kelly Jordon optan por montajes tipo Texas y señuelos de vinilo como criaturas o tubos y por su puesto imitaciones de cangrejos. Jordon insiste en que esta táctica es mejor en zonas donde el agua no está tan clara puesto que no estará tan caliente y retendrá nutrientes que atraerán las presas típicas del bass. En este caso concreto, Jordon modifica el clásico montaje Texas fijando el lastre a la línea con una tira de goma fina especial para estos casos que permite penetrar mejor en la vegetación. Según este profesional tejano, las coberturas aisladas son más productivas en esta época del año, y éstas será por lo tanto nuestro objetivo prioritario.

Por último, creo que es preciso destacar la efectividad de ranitas nadadoras e imitaciones de ratoncillos (todos en montajes anti-hierba) trabajados velozmente entre la vegetación espesa en aguas poco profundas. Shaw Grigsby, el pro de Florida, recomienda una caña de acción pesada muy rápida para lanzar este tipo de imitaciones. Esto nos permite mantener la línea alta por encima del agua mientras recuperamos nuestra ranita de forma que cuando el pez ataca tenemos contacto directo con él y no hay hojas o tallos enredados en nuestra línea que nos dificulten el clavado, que de por si no es fácil. Yo he perdido muchos peces en este tipo de acción de pesca, pero el número de picadas y la espectacularidad de éstas compensan todo lo demás. Grigsby tiene su truco particular para mejorar el porcentaje de clavados. Cuando vemos el pez sacudir nuestro engaño hay que bajar la punta de la caña sin perder tensión hasta “sentir” el peso del pez el final de la línea y clavar entonces con un movimiento sólido hacia nuestro pecho y hacia arriba. En mi caso particular, los colores que mejor me han funcionado han sido el verde oscuro y el negro, así como un marrón translúcido muy acertado del horny toad, pero Grigsby añade el plateado y el dorado (especialmente para cucharillas giratorias anti-enganches que también resultan muy efectivas).

Consejos prácticos

  • Encontrar coberturas no es crítico pero sí importante para encontrar peces en aguas profundas porque los peces se sienten más confortables alimentándose en enclaves que les ofrecen protección además de comida. Por lo tanto, si encontramos bancos de peces pasto junto a coberturas como tocones o montones de rocas, deberemos concentrar nuestra atención en ellos. Este tipo de elementos estructurales hacen que un determinado sitio a cierta profundidad sea todavía mejor.
  • Los lechos de hierba en aguas poco profundas albergarán basses todo el año independientemente de lo mucho que el agua llegue a calentarse alrededor de ellos.
  • Los puntales son básicos. En verano hay que pescar puntales que tengan algún tipo de cobertura sobre su extremo más profundo.
  • En aguas profundas, el bass estará a veces materialmente pegado a los cambios de nivel y zonas abruptas con planos a diferentes niveles.
  • Durante las primeras horas del día los peces suelen migrar a los extremos más cercanos de estructuras diversas cercanas a la superficie puesto que el agua en estas zonas se habrá refrescado durante la noche y actuará de imán para los peces pasto. Por esta misma razón, después de un chubasco o en un día de verano muy nublado, los bass en estas áreas estarán también más activos.

Publicado en TROFEO PESCA.

Pescar bass en verano sin «quemarse» (2)

El bass es un pez al que gusta el calor

El bass es un pez al que gusta el calor

Lagos naturales

El bass se comporta de forma similar en los lagos naturales y embalses con una diferencia importante: el lago en sí mismo. La mayoría de lagos naturales no tienen barrancos, zanjas o desembocaduras de afluentes que los basses siguen para llegar a sus residencias de verano. En cambio, los peces recorrerán los bordes de bancos de algas, de zonas rocosas, cambios de nivel o puntales.

Otra característica única de los lagos naturales es que sus poblaciones de bass estarán más repartidas. En la mayoría de lagos habrá tantos peces en aguas poco profundas como en el fondo. En estos lagos puede ser más productivo pescar algo más profundo porque los peces tienden a concentrarse en estructuras cerca del fondo, tanto en los extremos sumergidos de puntales cerca del fondo como montículos bajo el agua o cualquier otro tipo de irregularidad que se encuentre cerca o en el fondo mismo.

Sin embargo, como hemos apuntado antes, merece la pena empezar por los peces que se encuentren cerca de la superficie o en estructuras cercanas a ésta. Por ejemplo, en muchos lagos naturales del norte de los Estados Unidos las orillas están sembradas de pequeños embarcaderos donde los peces gustan de merodear y esconderse durante toda esta estación del año. Allí encuentran sombra y escondrijo para emboscar presas. Para estos bass, lo mejor es montar un tubo al estilo Texas y hacerlo rebotar sobre el agua para que penetre bajo los muelles sin hacer mucho estruendo. Pequeños jigs también son productivos.

Otra pauta que podemos seguir y que es igual, sino más productiva, es la de concentrarnos en lechos de hierbas que estén creciendo en zonas llanas y poco profundas cerca de desniveles o cornisas de rocas adyacentes. Estas zonas de hierba verde y tierna mantienen el agua fresca y permiten que el bass se refugie en ellas durante todo el día, registrando una actividad punta en las horas de poca luz, antes o después de la salida del sol. En este escenario, señuelos de superficie y spinnerbaits son mis opciones favoritas. Un buzzbait o una rana de goma como el horny toad son una segunda alternativa que también resultará efectiva sobre todo si recuperamos estos engaños justamente por encima de la hierba sumergida. De nuevo el viento puede resultar clave en este tipo de situación de pesca; si sopla rizando la superficie, un crankbait de superficie puede resultar devastador.

En aguas más profundas hay que considerar cambios en la composición del fondo (de lodo a arcilla, de rocas a arcilla, o de arena a lodo, etcétera) que atraerán basses activos como lo harán las zonas aisladas de rocas o pequeñas parcelas de vegetación. En estas áreas los peces suelen estacionarse y aunque no estén activos durante todo el verano, podemos apostar a que estarán ahí y focalizar nuestros esfuerzos en encontrar la presentación adecuada. Lo mejor es pescar los puntos donde la orografía cambie de forma más abrupta. Yo apuesto en estos casos por utilizar vinilos desde lombrices de 7 pulgadas de cola larga a grandes senkos, pasando por imitaciones de cangrejo y senkos más esbeltos y cortos. Siempre hay que trabajar sistemáticamente la parte externa de estos cambios orográficos o de la estructura que tengamos delante dejando bajar lentamente nuestro vinilo hasta el fondo y haciéndolo saltar erráticamente sobre éste tras una larga pausa de 1 a 5 minutos. Las picadas se producen frecuentemente durante el descenso o en esta primera espera sobre el fondo. Yo entonces agito el señuelo un par de veces y si lo dejo inmóvil otra vez durante 2 o 3 minutos. Si no hay picada, lo recupero y lo lanzo unos metros más allá. Hay que asegurarse de recorrer estos tramos con varios señuelos de forma exhaustiva. Si el agua es muy clara yo opto por señuelos más pequeños y movimientos más sutiles.

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Pescar bass en verano sin «quemarse»

Las zonas de hierba son productivas en verano

Las zonas de hierba son productivas en verano

La gran mayoría de pescadores de bass teme los días más calurosos de julio y agosto cuando el calor es sofocante y la humedad tan alta que, aparentemente, el bass entra en un estado de inactividad y letargo. Sin embargo, en los torneos profesionales de bass, muchos de los cuales son precisamente en esta época del año, los expertos siguen sacando buenos ejemplares del agua regularmente. A veces, la pesca a 30 o 35 grados de temperatura resulta incómoda para el pescador, pero lo cierto es que los basses están ahí y, siguiendo las tácticas adecuadas, dispuestos a tensar nuestras líneas con fuerza y deleitarnos con sus habituales saltos y cabriolas.

Uno de los mejores bass que he capturado durante mis años aquí en Texas, paraíso del bass, lo capturé en una zona pantanosa cercana al río Brazos a 37 grados centígrados de temperatura a la sombra. El día era soleado y el cielo tan azul que parecía pintado sobre un lienzo y el agua estaba quieta y transparente. No soplaba ni una brizna de viento y las cigarras se dejaban oír con fuerza, regalando nuestros sentidos con su estridente chirriar. La pesca se desarrolló entre las 12 y las 2 de la tarde, de forma que la humedad era terrible, por encima del 90%, y los 37º se sentían como cuarenta y tantos. Sin embargo, yo sabía que los peces estaban allí y que utilizando los señuelos adecuados, mis opciones de capturar alguno eran elevadas. No tardé en tener la primera picada de un pez muy combativo que no pude cobrar. 45 minutos más tarde un segundo bass engullía mi french fry de 5 pulgadas. En seguida supe que era un pez grande y maniobré rápido para asegurar que no se soltara en una de sus piruetas. Antes de soltarlo, ese bass pesó 2,3 kilos en mi báscula Rapala y midió casi 50cm. Un pez de los que no se capturan todos los días pero que sin duda alivió mucho la sensación de ahogo que se sufre en los días más calurosos del mes de agosto tejano.

En realidad el verano es la estación del año que más oportunidades presenta para el pescador de bass. Sabemos que en líneas generales el bass se mantiene en aguas relativamente poco profundas en primavera y otoño y que en invierno tiende a agrupase en las zonas más profundas. Estas pautas nos permiten localizar los peces con mayor facilidad. Pero llega entonces el verano y el bass puede estar en tan solo unos pocos decímetros de agua muy cerca de la orilla o escondido en las profundidades en densas coberturas donde pocos pescadores tienen por costumbre pescar.

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Alaska: la pesca sin fronteras (2)

Los sockeye son así de feos durante la freza

Los sockeye son así de feos durante la freza

En tierras remotas

Si el bolsillo lo permite, esta es una opción que nos reportará satisfacciones difíciles de igualar. Tomar una diminuta avioneta con unos compañeros de pesca a primerísima hora del día para desplazarnos hacia las auténticas tierras salvajes de Alaska disfrutando en un paraje perdido en la inmensidad de una belleza espectacularmente sobrecogedora, durante uno o varios días, es un sueño de todo pescador que aquí puede hacerse realidad. La multiplicidad de destinos en función de la época del año y de los diversos informes acerca de los remontes de los salmones en tal o cual curso de agua es lo que nos moverá unas millas más al norte o al sur, más al este o al oeste. No importa tanto donde vayamos sino con quien y por su puesto para qué. De nosotros depende la elección de nuestro objetivo en lo que se refiere a la especie que deseamos pescar. La mejor zona para ello dependerá de nuestro guía y si hemos elegido bien (que no es difícil) debemos confiar plenamente en él para que nos conduzca a uno u otro río donde la actividad esté siendo mayor durante esos días. Los guías tienen informes diarios detallados de la actividad salmonera y de las capturas que se están realizando. Nuestro trabajo consiste en elegir una buena empresa de guías, no en elegir el lugar. Eso forma parte de su trabajo y es mejor confiar en ellos. Su negocio es conseguir que el pescador acabe agotado al final del día de pelear con grandes e innumerables piezas. De nosotros dependerá sin embargo que podamos fotografiar estas piezas puesto que no es fácil hacerse con ellas.

Sockeye a las pocas horas de haber iniciado el remonte

Sockeye a las pocas horas de haber iniciado el remonte

Muchas de las empresas que realizan este tipo de expediciones proporcionan todo lo necesario para la pesca. Incluso algunas de ellas disponen de botas de agua y ropa para protegerse de la lluvia, etc. Eso no impide que podamos llevar nuestras cañas y que podemos practicar la pesca a nuestro estilo si somos capaces de ello. En ocasiones lo más efectivo para una pesca en concreto es utilizar cañas de casting con líneas realmente pesadas, pero ello no impide que llevemos, por ejemplo, nuestras cañas de mosca e intentemos salir victoriosos ante un salmón de siete u ocho kilos con un bajo del 26. De los guías podemos aprender suficiente en 3 ó 4 días como para disfrutar en los días siguientes de una buena pesca por nuestra cuenta y riesgo. Son normalmente gente muy amable y abierta que gusta de compartir sus opiniones y experiencias con los clientes. Sus consejos serán siempre útiles dada su capacidad para reconocer el estado del agua, la actitud de los peces o cualquier circunstancia que pueda influir en la pesca. Durante las jornadas que vayamos a compartir con ellos en los diversos escenarios y con los distintos peces que hayamos planeado pescar, debemos intentar impregnarnos al máximo de su conocimiento del agua, el tiempo, los peces, los cebos y señuelos y todos los detalles que nos puedan contar acerca de cómo realizar tal o cual montaje o que línea utilizar para cada especie de salmón, etc.

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